Tras la capitulación del Reino de Murcia, rubricada en el Tratado de Alcaraz de 1243, tres ciudades permanecieron rebeldes: Mula, Lorca y Cartagena. Tras un largo asedio, Mula fue conquistada por el Infante Alfonso en 1244. Un año después, su padre, Fernando III, otorgó el Fuero de Córdoba a la villa de Mula. De esa forma la reconocía como concejo, les concedía un marco legal, el derecho a usar pendón y sello, y les eximía de pagar portazgos. Este privilegio rodado es el documento en pergamino más antiguo que se conserva en la Región de Murcia.